¡Buenos días! En breve celebramos nuestro segundo aniversario de boda y hemos estado mirando posibles escapadas de fin de semana. Esta época es tan bonita por los paisajes tan otoñales que nos era difícil elegir un sitio. Todos nos gustan. Así que he querido compartir con vosotros las opciones que hemos estado barajando, aunque os confieso que aún no hemos decidido lugar. Es muy difícil con tanta preciosidad. Y es que los colores del otoño son preciosos y llaman a salir a disfrutar de ellos!
Masía Sort de Boix
Esta masía se encuentra en la localidad de Culla (Castellón) en un valle tranquilo donde la naturaleza cobra vida con paisajes muy otoñales. Dispone de 3 habitaciones grandes y todas las comodidades posibles. La terraza, con unas vistas privilegiadas, te permiten comer al sol en invierno y con la fachada de piedra de la masía como telón de fondo. Es una de esas masías en las que el tiempo parece detenerse y te permite relajarte desconectando del mundo.
Hotel Alahuar
Este hotel situado en un cerro al borde del barranco del Infierno, es ideal para escapadas románticas. La combinación de piedra natural y madera de pino hacen que la estancia sea cálida y acogedora. Dispone de doce villas adosadas con jacuzzi propio, salón y balcón. Cuenta con un restaurante destacado y actividades de senderismo y viaje en helicóptero por la zona de Benimaurell (Alicante).
Parador de La Granja de San Ildefonso
Hablaros de las maravillas de este lugar es quedarse corto. Hay que ir y vivirlo. Creo que alguna vez os he hablado de él y de que cuando sea viejecita me iré allí a pasear entre sus jardines y leer debajo de uno de los tantos árboles centenarios que tiene. Pues el Parador de La Granja tiene todo lo necesario para que la estancia sea relajante y muy acogedora. Situado en la Antigua Casa de los Infantes, dispone de habitaciones amplias y modernas y un spa increíble. Todo ello sin hablar de la gastronomía tan rica de la zona y los paisajes llenos de naturaleza que tiene.
Masía La Garriga de Castelladral
Esta preciosa masía, situada en el interior de la provincia de Barcelona, es un paraíso de tranquilidad en plena naturaleza donde el concepto de slow life cobra todo el sentido. Dispone de 14 habitaciones, a cual de ellas más bonita, y un spa para terminar de relajarte. Así definen ellos las sensaciones de la estancia en la Masía: “Gozar de un paseo en medio del bosque, saborear un delicioso pastel de la abuela recién hecho, conocer cómo se producía el vino antiguamente, desayunar unos tomates ecológicos recién cogidos del huerto…” Creo que la experiencia no debe dejar a nadie indiferente y yo tengo unas ganas enormes de visitarla.
Espero que os hayan gustado estas cuatro propuestas para escapadas otoñales. ¿Conocéis más sitios con encanto para un fin de semana? Contadme!
¡Feliz Lunes!