Buenos días! Hoy voy a contaros la ruta que hicimos en Pascua por la zona del Bajo Ampurdán. Sí, hay alto y bajo ampurdán, y aunque las dos zonas son preciosas, me llamaba mucho la atención la parte de abajo, supongo que por sus pueblos empedrados y esos campos de amapolas. Además, tal y como dice este artículo, es la Toscana española.
La Bisbal del Ampurdán
Como ya os comenté en este post, elegimos La Bisbal del Ampurdán como centro para ir desplazándonos por la zona. Llegamos a La Bisbal el jueves después de comer, y esa misma tarde recorrimos sus calles y encontramos un montón de parques para bebes muy chulos. Además su centro históricos es muy pequeño y bonito, y está lleno de comercios locales con productos de la zona, con lo cual nos abastecimos para pasar cinco días allí. Al ir con un bebe, preferimos comer todos los días fuera pero cenar en casa. Así que compramos embutido de la comarca, pan de pueblo, tomates… y nos hacíamos unas cenas ricas ricas.
Cala Sa Riera
El siguiente día nos levantamos temprano para ir a ver las preciosas calas de Begur. Seleccionamos un par y empezamos la ronda. Fuimos a la Cala Sa Riera, y podéis ver por vosotros mismos lo bonita que es. Hacía mucho calor, y aunque no nos habíamos llevado el bañador, no me hubiese importado bañarme. La playa es de piedras muy pequeñitas, casi arena, pero no te sientes pringada y con la misma mano te puedes quitar todas las piedrecitas. Elegimos esta cala por las buenas recomendaciones hacia uno de los restaurantes que hay allí: Recer de la Mar. Comimos de maravilla por 20€ por cabeza. Me encanta encontrar restaurantes de buena cocina.
Pese a la mañana tan soleada que habíamos tenido, por la tarde nos llovió y decidimos irnos a casa, y disfrutar de la casa que habíamos alquilado. Pero esa noche salimos a cenar, por recomendación del dueño de la casa, que nos habló genial del Restaurante Can Dolç, en Sant Feliu de Boada. Otro restaurante de 10, con una cocina especializada en carnes a la brasa y postres caseros. Además, el pueblo es todo peatonal, y el restaurante se encuentra en la plaza de la iglesia, cerrado al tráfico y con una terraza enorme. Nosotros preferimos cenar en el salón y por dentro es precioso. Además tiene carta para intolerancias y alergias, y ahora mismo, para mí eso es un puntazo.
Peratallada
Este pueblo era uno de mis preferidos en la ruta, no sólo por su belleza sino por su historia. Es Patrimonio Cultural y su castillo data del año 1065. Es un pueblo medieval, de calles empedradas, castillo de cuento, plazas con arcos y enredaderas adornando todas las casas. Una de sus entradas, conocida como Portal de la Virgen, es un pasadizo curvo de piedra, sobre un puente levadizo que da paso al pueblo y deja atrás campos de amapolas. Comimos en uno de los restaurantes del pueblo, la verdad que la comida estaba riquísima, pero el servicio fue pésimo, y no me quedé con el nombre. Pero sin duda alguna, este pueblo es uno de los más bonitos que he visto. Os dejo las imágenes porque por mucho que os cuente, siempre es mejor verlo.
Al salir de allí, nos encontramos de frente un campo de amapolas, y allí que nos fuimos a hacernos fotos, y a hacerle fotos a ella.
Pals
Otro pueblo precioso, con un centro histórico gótico digno de admirar y pasear por sus callejuelas. La Torre del Homenaje, la Muralla, la Plaza Mayor y su pórtico, el Castillo… Es un pueblo para perderse e ir encontrando poco a poco cada punto de interés. Además, al estar en alto, tiene unas vistas increíbles de la región, con sus campos verdes y las masías.
San Martín de Ampurias y las Ruinas de Empúries
Me encantan las ruinas, y cuando me enteré que habían unas griegas y romanas muy cerquita de donde estábamos, ni lo dudé. Además, Pepe (el casero) nos recomendó el paseo que sale desde San Martín de Ampurias y recorre la playa dejando al otro lado las ruinas, ya que al llevar carrito de bebe, era un paseo muy ameno y bonito. Y que deciros de las ruinas. El primer asentamiento griego data del siglo VI a.C. y se llamaba Emporion y era un centro de comercios, gracias a su situación privilegiada al lado del mar. Durante la segunda guerra púnica, pasó a formar parte del Imperio Romano, que lo llamó Emporiae, y construyó un asentamiento romano al lado del griego. Y hoy en día se puede visitar y conocer cómo vivían antiguamente. Nosotros siempre pedimos ruta guiada, o en este caso, que ya había empezado, auto-guías para conocer todos los entresijos de las ruinas.
Monells
A solo 6km de La Bisbal del Ampurdán, se encuentra este pueblo, también de calles empedradas, plazas únicas y tabernas deliciosas. Además, igual por el nombre no os suena de nada, pero aquí se rodó la película de 8 apellidos catalanes. Y es precioso. La verdad que es muy chiquitín, pero vale la pena visitarlo y comer en la plaza.
No nos dio tiempo de visitar muchos más pueblos y calas, y tenemos pendiente volver a conocer Palamós, Tamariu, Palafrugell, Ullastret… pero al ir con un bebe nos acoplábamos a ella y a sus horarios. Nos conocemos todos los parques del Bajo Ampurdán, pero nos lo hemos pasado genial, comido mejor y nos hemos reído muchísimo, que es lo importante, no?
Os hubiera puesto mil y una fotos bonitas del viaje, pero tampoco quería hacerlo muy largo (aunque ya lo es, jeje). Espero que os haya gustado. A nosotros nos encantó la zona y su gastronomía y en breve volvemos. Sí, en dos semanas estamos allí. Ya os contaré.
Un beso
Silvia