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Mi experiencia con la lactancia

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Buenos días! Como ya os adelanté, quería contaros mi experiencia con la lactancia, y alguno de los problemillas con los que me he encontrado, por si a alguna le sirve de ayuda. Y también para animar a aquellas que están dudosas de si dar o no el pecho.

Lactancia

Durante el embarazo, me planteé si darle pecho o biberón, porque me asaltaban dudas en plan: ¿tendré leche suficiente?, ¿me dolerá?, ¿se cogerá Sira bien al pecho?, ¿tendré mastitis?… Esas preguntas que te rondan por la cabeza porque has oído mil historias variadas y yo me preguntaba si sería capaz de tener una lactancia materna positiva. Pero aun así, decidí dar el pecho y es una de las mejores decisiones que he tomado. Ya no sólo por todos los nutrientes y defensas que le pasas a tu bebe a través de la leche, sino por el vínculo tan especial que tienes con tu hij@ mientras le das pecho. De todas formas, si algo salía mal, sabía que la lactancia artificial era una opción muy buena. Hoy en día las leches de fórmula contienen todo lo necesario para el bebe y hay mucha variedad en caso de que alguna no la tolere.

Pero como os digo, yo elegí la opción más natural, la de dar pecho. Desde el mismo instante en que me dieron a Sira y me la pusieron sobre el pecho, ella misma se enganchó perfectamente y empezó a mamar. Durante los tres días que estuve en el hospital, a Sira le dieron varios bibes (o como ellos lo llaman, refuerzo), ya que yo aun no había tenido la subida de leche y ella tenía que mantener sus 4kg (jejeje). El día que nos dieron el alta tuve la subida de la leche y ya no hizo falta ningún bibe más.  Ya en casa todo seguía estupendamente. Sira se cogía de maravilla al pecho y ya consideramos que la lactancia estaba instaurada. Y así sigue a día de hoy.

La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses, pero la vuelta al trabajo en menos de 20 días no creo que me permita hacerlo. De todas formas, voy a intentarlo y para ello estoy preparando y congelando bolsitas de leche materna para ir dándole en biberón mientras yo esté trabajando. El sacaleches que utilizo es el de Medela, como ya os comenté aquí.

Tanto la pediatra como la matrona me dijeron que la lactancia es “a demanda” así que siempre que quiera comer, le doy el pecho. A un bebe no se le puede poner horarios, ni darle cada dos horas, porque ¿y si tiene hambre antes? ¿no le das de comer?. Antes se daba pecho cada dos horas y diez minutos de cada pecho. Sigo sin comprender si el bebe tenía hambre cómo lo distraían, y además, si en esos diez minutos que tiene el bebe para mamar, no mama lo suficiente porque se distrae, hasta dentro de dos horas no vuelve a comer. Tema a parte si con diez minutos en cada pecho no te vacía suficiente el pecho, te puede producir mastitis, y según me han dicho, el dolor es insoportable. Así que hice caso a los profesionales, y yo he dado y sigo dando el pecho a demanda. También me recomendaron que siguiera tomando las vitaminas que tomaba durante el embarazo, pero cambiándolas a las de lactancia. Así que todos los días me tomo las dos cápsulas de Natalben Lactancia.

Estando embarazada, compré discos de lactancia y una crema hidratante para los pezones, ambos de Suavinex. La crema hidrata y previene posibles irritaciones, y puedes amamantar sin necesidad de quitarla, lo cual va muy bien para no tener que ir limpiando el pecho entre toma y toma.

crema y protector

El problema llegó cuando Sira tenía casi dos meses. Un día empecé a tener una molestia en el pecho derecho cada vez que Sira mamaba. Tonta de mí que no pensé que fuera nada. Al cabo de unos días el dolor era increíble y una señora grieta hizo su aparición estelar por la puerta grande! Que dolor y que lloros cada vez que Sira mamaba! Se me hacía una montaña cada vez que tenía que darle de ese pecho y al ponerme tan nerviosa, ella lo notaba!

Así que empecé a pensar posibles soluciones. La primera fue ver si la posición de Sira al mamar era correcta y si se enganchaba bien. Al tener casi dos meses, la lactancia estaba instaurada y tanto la posición como su agarre eran buenos.

Fui a la matrona y me hizo una toma de muestra de tejido mamario y de leche para descartar posibles infecciones. Y dio negativo pero yo seguía con la grieta y un dolor terrible.

Por si os hacéis la pregunta, mejor no uséis pezoneras cuando tengáis una grieta. No queráis saber el dolor que produce el roce de la grieta con el plástico de la  pezonera. Uffff!

Así que me puse en contacto con una asesora de lactancia (Amamanta) y me dijo que me pusiera Aceite de Rosa Mosqueta de Primera Presión en frio (podéis comprarlo aquí) entre toma y toma y que intentara llevar el pecho al aire el tiempo máximo que pudiera. También me dijo que no hacia falta que me retirara el aceite cuando fuera a da el pecho. Me recomendó, además, unos probióticos para la lactancia que se llaman Lactanza, uno al día. Debo deciros que tal cual empecé con estos dos consejos, la grieta empezó a cicatrizar.

Mi farmacia de siempre me preparó una fórmula magistral a base de pepita de uva para cicatrizar la grieta y alternaba entre este preparado y el aceite de rosa mosqueta. Y la grieta empezó a desaparecer. Ya cuando estaba casi cerrada compré de la farmacia la crema Blastoestimulina a base de Centella Asiática (cicatrizantes) y con un poco de neomicina (antibiótico) y tras varios días de aplicación la grieta desapareció. También hice mucho uso de los protectores de pezones de los que ya os hablé aquí.

productos grietas

natalben lactanza

 

Os cuento todo esto, porque cuando me apareció la grieta y quise buscar alguna solución, muchas personas me decían que “eso era normal”, que la “lactancia es dolorosa”, que se tiene que hacer “callo”, que “bienvenida a la lactancia”… Frases súper motivadoras (léase con ironía) que te desmotivan y puedes llegar a plantearte abandonar la lactancia materna. Y cuando busqué soluciones en internet tampoco encontré nada, sólo madres que con cremas tipo “Purelan” les había bastado, cuando realmente esas cremas sólo suavizan, no cicatrizan. Así que os hablo de mi experiencia para ayudaros a las que tengáis la mala pata de tener una grieta, porque a pesar de que duelen mucho, hay productos que ayudan a cicatrizarla, y así volver a tener una lactancia materna positiva. Yo estuve más de un mes con la grieta pero ya por fín ha desaparecido y puedo volver a disfrutar de la lactancia.

 

Espero que os sirva de ayuda, o si conocéis a alguien que tenga éste problema, compartidle el post y así que pueda poner fin al dolor que genera una grieta.

 

Muchos besos!


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